Libro del mes: Leer Lolita en Teherán

31 de julio de 2016
Este libro lo encontré en una librería de ocasión, simplemente por hacer referencia a Lolita me llamó la atención; decidí comprarlo por ser una Memoria, un género literario que he explorado poco. Reconozco que tenido muy poco contacto con personas musulmanas y que ignoro gran parte de la historia de países no occidentales -como el caso de Irán- por lo que consideré, sería una oportunidad perfecta no sólo para leer un nuevo género, a una autora distinta, también para conocer un poco más sobre otras culturas. En Leer Lolita en Teherán Azar Nafisi (1955), doctora en literatura y activista, relata su experiencia como profesora durante la Revolución de Irán de 1979, compartiendo con el lector un poco sobre el modo de vida de las personas, especialmente de las mujeres, antes y después de instalarse la República Islámica de Irán.

Adelanto que es de vital importancia tener un antecedente de la obra Lolita de Vladimir Novokov, pues se hacen numerosas referencias al respecto. Advertencia: Se harán referencias a abuso sexual.

Sobre la autora

Azar Nafisi nace en Teherán, la capital de Irán en el seno de una familia con tendencias políticasliberales y de buena posición económica, tuvo la oportunidad de estudiar en Suiza, y realizar su doctorado en literatura occidental en Estados Unidos, entre 1960-1970, ubicarnos en el tiempo es sumamente importante: En Estados Unidos fue una época de movimiento social y feminista cumbre. Nafisi regresa a su país para dar clases de Literatura en Inglés en la Universidad de Teherán en 1979, justo cuando empiezan a formarse la Revolución. En tan sólo un año, el partido republicano toma en poder, quedando al mando el Ayatolá Ruhollah Khomeini y se crea la República Islámica de Irán.

Nafisi no resistió por mucho tiempo las estrictas reglas impuestas a los ciudadanos, especialmente a las mujeres en el nuevo régimen: Sus clases eran revisadas escrupulosamente, se prohibieron numerosos libros por ser considerados anti-islámicos, se le exigía a todas las mujeres portar velo en público incluso durante clases, se les prohibía llevar maquillaje, o tener paseos o conversaciones con otros hombres que no fueran sus hermanos, padres o pareja, entre otras tantas cosas... Decide entonces renunciar, y siéndole imposible dejar de enseñar, decide impartir clases particulares a siete de sus alumnas más destacadas, y por dos años, cada jueves, se reúnen en la comodidad de su sala para para leer y comentar algunas de las novelas occidentales prohibidas por el régimen de los ayatolás. 

Siete alumnas y cuatro autores

La memoria esta dividida en cuatro capítulos, según los autores que fueron estudiando: Vladimir Novokov, F. Scott Fitzgerald, Henry James y Jane Austen. Sus alumnas tenían antecedentes diversos, algunas eran musulmanas, otras no, algunas estaban casadas, otras solteras, algunas deseaban irse al extranjero, otras lo veían como una traición, entre ellas se crean afinidades y enemistades, Nafisi es su maestra, pero también su guía, encuentran en ella una persona con quien pueden compartir sus deseos y miedos. Durante el transcurso del libro vamos conociendo los puntos de vistas que tienen cada una de ellas sobre las novelas y sobre su propia identidad antes y después de la Revolución. 
"Mis chicas tenían tanto una historia propia como una fabricada.  A pesar de que tenían distintos antecedentes el régimen que las gobernaba había tratado de hacer de sus historias e identidades personales algo irrelevante. No importaba quienes fuéramos - nuestra religión, si deseábamos usar el velo o no, lo que pensábamos de ciertos aspectos del Islam- nos habíamos convertido en el producto de la imaginación de otra persona. Un severo ayatolá, auto proclamado rey-filosófo, que había venido a gobernar nuestra tierra."
Es interesante como Nafisi va escogiendo las lecturas y extrapolando su contenido a la realidad, son lecturas escritas y desarrolladas por personas y en épocas muy distintas a las de Irán de 1980, pero en todas se encuentra un tema recurrente: La crueldad de aquellas personas que no se permiten ser empáticos y de la complicidad forzada que existe en situaciones totalitarias, donde las víctimas se vuelven cómplices de sus victimarios. 
"No podemos experimentar todas las experiencias por las que otros han pasado, pero podemos entender incluso a los individuos más monstruosos en las obras de ficción, Un buena novela es aquella que nos muestra esta complejidad de los individuos y crea el espacio suficiente para que estos personajes tengan voz, de cierta manera las novelas son democráticas (...) El mayor pecado es volverse ciego a los problemas y dolores de otros. No verlos significa que negamos su existencia"

¿Por qué Lolita y no otra novela como punto de partida?

Realmente es necesario leer la novela de Lolita para poder entenderlo -a grandes rasgos-, es la historia de una chica de doce años de edad, victima de un hombre mayor, presentado cómo carismático e intelectual pero que es capaz de asesinato y abuso sexual. Humbert confisca la vida de Dolores sin remordimiento alguno, crea alrededor de ella una fantasía dónde elimina por completo los deseos y sufrimientos de Dolores -su individualidad-, y a fin de poseerla y mantenerla cautiva, causa indirectamente la muerte de su madre. La novela es contada desde el punto de vista de Humbert, a manera de confesión mientras espera ser juzgado por cargo de asesinato, todo lo que sabemos de Dolores es a través de su punto de vista: Él habla de amor y pasión cuando en realidad esta describiendo actos de crueldad, manipulación y abuso. 

Muñeca de trapo, pequeño monstruo, corrupta, superficial, mocosa, seductora son algunos de los términos que le asignan los críticos al personaje Lolita, cuando en realidad nunca podemos conocerla fuera de la fantasía que Humbert crea entorno a ella. Están otros interpretan la novela como un a historia de amor, e incluso otros que condonan Lolita por que sienten que Navokov hizo de un abuso sexual de una chica de doce años una experiencia estética. 
Lolita pertenece a la categoría de victimas que no tienen manera de defenderse, a quienes nunca se les da la voz para articular su propia historia. Es una doble víctima: No sólo su vida, si no la historia de su vida se le ha arrebatado. En clase les repetía  a mis alumnas que estábamos ahí para no ser víctimas del segundo crimen (...) Nosotras no somos Lolita. El Ayatolá no es Humbert, y esta República no era lo que Humbert llamaba 'el principado a la orilla del mar'. La novela Lolita no es una crítica de la República Islámica, pero va a contrapelo de todas las perspectivas totalitarias


Empatía 

Para Nafisi, la situación de Lolita es similar a la suya, a la de sus alumnas y las de todas las mujeres bajo el régimen islámico por que se les ha negado el derecho de la individualidad, a la libertad, y el régimen creó un modelo fantástico de cómo deben ser las mujeres islámicas; cuando en realidad cada mujer es distinta independientemente de que compartan una misma religión o ciudadanía. La lectura me reto a leer un poco más sobre la historia de Irán, sobre la revolución, y recordar los peligros de las teocracias; sobretodo de que no importa cuantas diferencias culturales pueda haber entre nosotros: Aunque nuestros sueños y miedos sean distintos, nuestras emociones son universales, no debemos olvidar la humanidad que compartimos en este mudo. 


Enlaces de interés:
- Compra el libro en español desde Amazon
- Azar Nafisi en Wikipedia

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